El piloto naturalista Christian Moullec  quien trabaja desde hace más de 20 años en la preservación, observación y seguimiento de aves migratorias como los gansos, le adaptó a su nave (un Ala delta plano), un motor, el cual le permite seguir por aire a las aves migratorias en su paso por Mont Saint-Michel (Francia).

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Usualmente este tipo de vehículos no poseen motor pues han sido diseñados sólo para planear, ya que su despegue y aterrizaje se hacen a baja velocidad. Pero la afición, el gusto y la preocupación por entender y generar conciencia entre las personas, sobre lo importantes que son las aves migratorias, han llevado a Christian Moullec  a modificar su aeronave.

La historia del ala delta es peculiar pues se tiene registros de su aparición en Asia del siglo lX, donde un científico de la época, de nombre Ibn Firnas quien logró planear con un aparato parecido. La leyenda cuenta que Firnas se inspiró en un acto descabellado por parte de otro árabe de nombre Armen Firman quien se lanzó desde una torre, intentando planear con una capa.

Durante mucho tiempo Firnas calculó y diseño lo que sería tal vez el primer ala delta de la historia, logrando planear al lanzarse desde la mezquita de Córdoba, aunque en el aterrizaje se lastimó la espalda, una lesión que marcaría su existencia.

Pero verdad o mentira el ala delta ha pasado de ser un invento loco, hasta un prototipo de la nasa para alunizaje (en la misión Apollo )ya entonces llamado ala Rogallo, debido a las modificaciones hechas al diseño original por el estadounidense Francis Ragallo, quien a su vez tomó influencia del alemán Otto Lilienthal quien en 1890 realizó más de 2000 vuelos controlados.

Con su desarrollo este diseño de nave voladora, ha sido adaptado y tomado importancia como deporte de diversión y ahora modificado con una misión humanista, a favor de las aves migratorias.

Texto: Raymundo Espinosa