La compra de un vehículo nuevo es una acción que requiere mucha atención de nuestra parte, de información detallada de cada modelo, pero aún más importante, de un ejercicio de reflexión en donde evaluemos diferentes opciones y características. Te dejamos los siguientes puntos a analizar que te ayudarán a tomar la decisión que más te satisfaga y convenga.

Tu presupuesto:

De acuerdo a tu presupuesto podrás comenzar a definir los modelos de entre los cuales tomarás tu decisión final. Ya sea tu compra de contado y a crédito, debes estar consciente del capital con el que cuentas y de tu capacidad de pago. Si lo haces de contado considera la posibilidad de que podrías descapitalizarte, y si lo haces a crédito, toma en cuenta que enfrentarás un compromiso financiero de tres años o más.

Ciclo de vida del auto:

Es importante atender al ciclo de vida del auto. Generalmente, cuando está por llegar el modelo o generación que lo sustituirá, los fabricantes ofrecen tentadores descuentos y planes de financiamiento. Un cambio de generación siempre depreciará el valor del modelo anterior.

Gastos diversos:

A partir del costo de tu vehículo es que podrás saber si puedes beneficiarte con el subsidio al impuesto de la Tenencia Vehicular o no. Autos cuyo costo sea menor a 250 mil pesos no pagarán tenencia. Además, al momento de hacer la compra enfrentarás gastos como el emplacamiento, verificación y seguro.

Tus necesidades:

Antes de que te dejes seducir por el deportivo más veloz del mercado o del sedán más lujoso, considera tus necesidades. De poco te servirá un coupé impactante si en la cajuela no cabe la carriola de tu bebé, o si tus actividades demandan un vehículo con una mayor altura con relación piso al circular por caminos de terracería o con asfalto en mal estado.

Mantenimiento y costo de uso:

Algunas marcas ofrecen planes de mantenimiento gratuitos para los primeros servicios. Si no es el caso, te recomendamos investigar el costo de los mismos así como las acciones y refacciones que incluye. Muy sensible es también el consumo de combustible. Revisa la información del fabricante sin olvidar que se trata de resultados obtenidos en pruebas de laboratorio. Los motores de mayor cilindrada son, por regla general, más “sedientos”. Pero no te dejes sorprender, no todos los autos equipados con fuentes de poder de 4 cilindros son los más ahorradores, pues si se trata de un vehículo muy pesado, este factor mermará de forma definitiva el consumo.

Diseño:

Igual de importante es lo atractivo que resulte para ti. Recuerda que quien lo manejará a diario, convivirá con su interior y costeará su mantenimiento y uso serás tú. Así que también busca que se trate de un modelo que te guste y con el que te sientas satisfecho.

Prueba de manejo:

Sin duda uno de los puntos más importantes antes de comprar. En la prueba evalúa aspectos como por ejemplo, cómo te sientes dentro del auto, si es fácil que convivas con él, y pon atención a la visibilidad que te ofrece, a la dureza de sus asientos o a lo agradable del interior, entre otros. Sé muy insistente en este punto.

Redacción: Marcos Martínez