El distribuidor de coches en Los Angeles Obi Okeke se encontraba profundamente dormido cuando su teléfono sonó una noche a las 3 am.

Era  Floyd Mayweather.

El campeón de peso invicto tenía una misión para su distribuidor de confianza: Tener un Bugatti Veyron esperándolo en la entrada de su mansión de Las Vegas en 12 horas.

Era hora de que el Dr. Bugatti, como es conocido Okeke realizara un milagro.

Así Okeke se dirigió a la Fusión Luxury Motors en Chatsworth, California., concesionaria que abrió sus puertas en 2012 y de la que es co-propietario. Revisó sus notas, se subió a un avión, aseguró el coche y se dirigió a la mansión de Mayweather.

Y lo hizo en 11 horas.

Así es la vida cuando se trata con la espontaneidad de Mayweather que, según algunos informes, podría juntar un tanto de $ 180 millones este sábado cuando se enfrente con su compañero superestrella Manny Pacquiao.

Okeke dijo que no hay espacio para la mediocridad cuando se trata de Mayweather. El boxeador de polarización tiene altas expectativas para sí mismo, dijo Okeke, y por lo tanto también para todo el mundo a su alrededor.

Okeke le ha vendido 39 coches a Mayweather, incluyendo un Ferarri Enzo de $3.2 millones y tres Veyrons Bugatti que valen $ 6,200,000 combinados. En una carrera de casi 30 años, Okeke ha vendido automóviles a los gustos de Arnold Schwarzenegger, Jessica Simpson, Ellen DeGeneres, Chris Tucker y más.

Comenzó su carrera como distribuidor de Chevrolet en 1987 y, finalmente, pasó a gestionar tiendas para Mercedes-Benz, Lexus, BMW, Ferrari y Maserati antes de iniciar su propia cuenta.

Okeke, de 53 años, nos cuenta las aventuras de Mayweather.

¿Cuándo fue la primera vez que conoció a Floyd?

En 2009, fui gerente general de un concesionario de Ferrari. Un socio de negocios llevó a Floyd a la concesionaria y esa fue la primera vez que lo conocí, luego tramité dos Ferraris con él.

¿Cómo ha cambiado su enfoque en los negocio desde los años de trabajo que estuvo en un concesionario Chevy, hasta ahora?

Mis padres me enviaron a la escuela en Suiza como un niño pequeño, por lo que siempre han estado muy cerca de mi los coches y marcas europeas. Y es por eso que estuve con Volkswagen. Quise conseguir un trabajo en BMW y Mercedes, pero nadie me contrataría en Los Ángeles, así que sólo tomé un trabajo con Lexus. Y luego de Lexus fui a parar a BMW, Mercedes, Ferrari y Maserati.

¿Cómo ha cambiado? Me centro mucho más en el servicio al cliente. Mi objetivo es el cuidado del cliente, porque cuando vas a un concesionario para adquirir un coche, que es básicamente lo que quieren y te quieren fuera. Es un juego de números. Me gusta centrar mi tiempo en el cuidado de los clientes y pasar tiempo de calidad con ellos. Tratando de hacer eventos que puedan ser dignos de su tiempo, o atractivo para ellos. Así es como yo lo veo.

Floyd le llamó y le dijo que quería un Bugatti en 12 horas. Eso suena como una tarea imposible.

Me llamó a las 3 de la mañana. Este fue el Bugatti  número 2. El segundo Bugatti que le vendo y lo quería en 12 horas. Esto fue aproximadamente hace un año (en el período previo a la primera pelea con Marcos Maidana) porque quería el coche para ir al gimnasio ese día. Quería un Bugatti diferente para conducir hacia el gimnasio.

Cuando él lo llamó a las 3 de la mañana, ¿qué fu lo primero que pasó por su cabeza?

Estaba empezando a acostumbrarme a recibir llamadas de él en el medio de la noche en las últimas seis semanas. Cuando me llamó en medio de la noche, mi esposa estaba se sorprendió y me dijo, "Oh, por Dios, cariño, ¿quién te está llamando?”. Yo tomé la llamada, bajé las escaleras y hablé con él, cuando me dijo que quería un coche en su garage de entrada en 12 horas.

Yo estaba un poco dormido todavía, obviamente, así que lo primero que hice fue darme una ducha. Tenía que despertarme por completo. Después me vestí y me fui al trabajo. Llegué a mi oficina alrededor de las 4:45 o 5:00 am. Una vez que había colgado con él, sólo podia pensar  cómo iba a conseguir ese coche y en ese marco de tiempo. 

Yo sabía donde había unos cuantos coches, y pensé bueno, tengo que subir a un avión. Creo que tomé un vuelo a las 7:30 de la mañana. Fui al lugar que estaba más cerca de él y que yo sentía que podían tener un coche para él. Cuando llegué allí, no estaban abiertos todavía. Así que fui a IHOP, para desayunar. Cuando por fin abrieron, dije: “Quiero comprar este Bugatti.” Ellos pensaron que no hablaba en serio.  Pero después de la compra, el problema fue conseguir un camión para llevarlo hasta su casa. Ese fue el problema más grande. El mayor contratiempo que tuve fue encontrar una plataforma especializada para esa mudanza. Cuando lo llamé, le dije, "Champ, el problema se va a conseguir la plataforma para mover el coche." Él me dijo, "No me importa; sólo tráeme el coche. "No voy a decir dónde estaba, así que salí a la carretera, y me dirigí hasta su casa. Así es como llegué hasta él.

El Bugatti número 3 que me pedió fue por medio de una llamada alrededor de las 4:30 de la tarde, y él quería el coche en su casa antes de la medianoche. Eso fue posible únicamente porque ese coche estaba en el área de Los Ángeles.

¿Es así la vida de un concesionario de coches de lujo exóticos?

Él me llamará por coches que cuestan 500.000 dólares en adelante. $ 1 millón, $ 2 millones, $ 3 millones, son esas las llamadas que voy a contestar y atender.  Le he vendido gran cantidad de Rolls-Royce, y un montón de Bentleys. No sé si un distribuidor concesionario está dispuesto a hacer lo que hago. No sé si un concesionario de franquicias va a ser capaz de tomar las llamadas telefónicas a la mitad de la noche. y si van a ser capaces de abrir su sala de exposición en la madrugada sólo para él. Yo trato de darle a Floyd un servicio que nadie más le va a dar. 

Él me saca de mi zona de confort. A veces es necesario salirse de lo común y de nuestra zona de confort para lograr lo imposible.