El arrendamiento de autos o leasing permite a una persona física con actividad empresarial o moral a adquirir el uso de determinados bienes por plazos de acuerdo con sus necesidades a cambio del pago de una renta establecida en donde al final del plazo tiene la opción de poder adquirir definitivamente el bien o devolverlo y sacar uno completamente nuevo. 
 

En el caso de un auto, la decisión sobre comprar o arrendar el mismo, debe basarse en las circunstancias personales y operativas de la empresa o negocio, así como en las necesidades por las que se busca adquirir el vehículo.
 

Es cierto que los autos definitivamente pierden su valor cada instante que pasa desde el momento en el que salen de la agencia distribuidora, no sólo perderá un 20% de su valor al salir de agencia, también hay circunstancias imprevistas del mercado que aumentan éste porcentaje.
 

El arrendamiento beneficia a consumidores que gustan obtener mayor valor por su dinero, también a aquellos que buscan mantenerse a la vanguardia y estrenar un vehículo nuevo cada dos o tres años o bien que por la operación de su empresa, sea necesario renovar constantemente de unidades mejorando la imagen que proyecta la compañía y la seguridad que brinda a sus empleados.
 

BENEFICIOS  
 

No es necesario tener un desembolso inicial del 20% o 30% como en un financiamiento tradicional, el usuario solo tendrá que pagar sus rentas corrientes, lo que permite un uso más inteligente y eficiente del dinero y capital de trabajo de las empresas lo que directamente favorece las finanzas del negocio. 
 

Otra importante ventaja no siempre vista y menos analizada es la posibilidad de deducir de impuestos los pagos de la renta del vehículo, si este es utilizado con fines laborales. El impacto por la deducción en las rentas es más grande que la deducción en la compra directa esto sin contemplar que los servicios asociados al arrendamiento también se pueden hacer deducibles de impuestos. 

Fuente: Tip México