Volvo desarrolló un sistema de inducción forzada para sus motores turbo que elimina el famoso turbo-lag. Este último término se usa para referirse a la falta de potencia que sufre un motor de este tipo antes de que el turbo entre en acción.

El turbo-lag existe porque los sistemas turbo requieren la acumulación de los gases de escape que genera el motor, y a bajas revoluciones no se producen suficientes para alimentarlo y que se genere potencia. Así es como el turbo aprovecha energía que se desperdiciaría de otra manera.

Otras marcas han intentado reducir los efectos de este fenómeno, ya que eliminarlo parecía imposible, si no hay gases que inducir al motor ¿de dónde sacarás la potencia? Algunas técnicas para reducirlo incluyen dos turbos que funcionan en serie, uno pequeño que funcione a menores revoluciones y uno grande a mayores, entre otros.

Sin embargo, Volvo intenta lograr lo imposible, un motor turbo sin lag. Para hacerlo, la marca sueca propone un sistema que guarda aire comprimido en un compartimento y lo inyecta mientras se llega a las revoluciones necesarias para activar el turbo. Lo llama Power Pulse.

El aire entra por el filtro de aire y pasa a un compresor que después lo manda a un tanque presurizado. Cuando el conductor presiona el acelerador a fondo, la válvula de aire se abre y pasa al turbo para activarlo. El tanque se vuelve a llenar automáticamente.

Este sistema está diseñado para el motor turbo-diésel del sedán grande S90, que, tristemente, no llega a México. Pero es una noticia importante ya que esta tecnología seguramente llegará a popularizarse si funciona correctamente. Tal vez veamos un caso similar al cinturón de seguridad, que inventó Volvo y ahora todos los autos lo traen.

Por: José López

Fuente: Volvo