En 1972, Ford da por fin su lugar a uno de los automóviles icono de la cultura estadounidense, proveniente de una legión de Fairlanes.

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Torino despuntó con gran popularidad a tal grado que fue necesario separarlo como una versión de lujo de Fairlane y convertirlo en un modelo único llamado poderosamente Torino. En 1968 al lanzarlo al mercado esta fusión entre Fairlane y Torino tuvo 14 versiones sedanes 2 y 4 puertas, un convertible e incluso una vagoneta formaron una de las series más representativas de los muscle cars de los años 70`s.

La historia comienza en 1968 cuando Ford pone a la venta el Fairlane Torino con un motor 3 litros y 6 de cilindrada capaz de desarrollar 200 HP y una vertiente Torino GT dotado de un motor V8 4.9 litros con 302 HP. Pero eso no fue todo también existía en el mismo instante una súper versión llamada Cobra-Jet con 428 HP. Poniendo en la mente de los aficionados y compradores la bestia taurina del Gran Torino.

El gran volumen de ventas lo catapultó a ser uno de los favoritos de la época y para 1970 las versiones eran bastantes y notorias por sus múltiples cambios respecto al de origen, un fastback con carrocería baja sobresalía, mismo que desplazó a su serie original el Fairlane, invirtiendo los papeles para ahora convertirla (al Fairlane) en la sub serie del Torino.

Para 1972 Torino alcanzaría la cumbre con nombre propio, e hizo su aparición con una parrilla “boca de pez” un rediseño futurista y una carrocería renovada mucho más grande, mayor seguridad y mucho más metal que nunca. Y no sólo eso , ahora ya no era simplemente Torino, pues a esta versión se le llamo Gran Torino.

Este vehículo es el mismo que posee gran parte del argumento en la película del mismo nombre "Gran Torino" protagonizada por uno de los actores más emblemáticos dentro del western norteamericano Clint Eastwood.

Y precisamente es tomado por el propio Eastwood, (quien también dirige la cinta) como un símbolo de la personalidad y el posicionamiento ideológico del pensamiento gabacho post guerra de los años setenta, en los estados Unidos, pero bueno, esa es otra historia.

El auto vio finalizada su aplastante popularidad por ahí de 1974 cuando sus ventas comenzaron a decaer, gracias a la aparición de otros muscle cars como el Mustang, lo que hizo imposible mantenerlo en sus líneas de producción, dando así fin al mandato de esta legendaria bestia, pero dejando también su huella imborrable en la historia de los autos, hasta el sin fin de los tiempos.

Texto Raymundo Espinosa.