Ser coleccionista o restaurador es una de las actividades que más generan pasión en el mundo automotriz pues existe una conexión emocional entre el dueño y sus autos. Sin embargo, hay personas que, sin planearlo, generan un vinculo de por vida con su coche y son más difíciles de encontrar. Ese es el caso de Kathleen Brooks y su "Vochito" que compró en 1966.
La norteamericana de 73 años ha vivido muchas cosas, eso es seguro, pero su Beetle rojo, con el sobrenombre de Annie, se ha mantenido con ella. El resultado es un auto que tiene más de 563 mil kilómetros en su motor y, dado su compromiso con la firma, Volkswagen decidió devolverle el gesto.
Para agradecer los años con su "Vocho", Volkswagen América del Norte decidió darle una restauración completa y gratis a "Annie" con las especificaciones de fábrica. El Beetle 67 fue traído a la planta de Puebla donde se construyen las Ediciones Finales antes de que el modelo salga de producción.
"Muchas veces he dicho que ella y yo nos parecemos mucho porque es vieja, está descolorida, está cansada, está abollada, está oxidada, pero sabes qué, sigue corriendo", dijo Brooks, la dueña del Beetle de 48 años, a Volkswagen. "Y mientras la cuide lo mejor que pueda, seguirá corriendo".
Volkswagen invirtió 11 meses y 60 trabajadores en la restauración del "Vocho". Al final, se restauraron 357 piezas y se reemplazó aproximadamente el 40 por ciento de la partes. El objetivo no fue hacer una pieza de museo por lo que se arreglaron problemas eléctricos, de óxido y se agregaron mejores partes como frenos de disco, un nuevo radio, una suspensión mejorada, a un motor reconstruido y tapicería.
El "Vocho" ahora tiene un portaequipajes y llantas de cara blanca y está de regreso en California, Estados Unidos.