Un video que se hizo viral nos puso en la escena de un crimen en la Ciudad de México. Un par de delincuentes asaltando al conductor de un Audi A1 y un policía que disparó, hirió y capturó a uno de ellos. Si bien es cierto que se presentan situaciones que escapan a nuestra voluntad si podemos tomar acciones para disminuir la probabilidad de sufrir un asalto mientras circulamos en nuestro vehículo.
Utiliza tu vista: siempre que llegues a un cruce donde hagas alto total, disminuye la velocidad unos metros antes de detenerte; mira si hay personas sospechosas. Los delincuentes aprovechan las luces rojas de los semáforos para delinquir.
Mira a los lados: una vez que te hayas detenido mira hacia los lados y por el retrovisor. Es común que los delincuentes se acerquen a tu auto por la parte trasera.
Oculta objetos de valor: nunca los lleves a la vista. Utiliza la guantera o los portamapas de la puerta.
Guarda el celular: Recuerda no utilizar el teléfono, además de estar prohibido por el reglamento de tránsito, tu atención se centra por completo en mandar un mensaje, una llamada o revisar tus redes sociales. Ese momento es perfecto para que te sorprendan.
Cartera: Antes de iniciar tu viaje es recomendable sacar de tu cartera las tarjetas de crédito ó débito, los billetes de alta denominación y tu identificación.
Reloj: Si utilizas de muñeca lo mejor es quitártelo y ocultarlo. No sea que tengas la mala suerte de algunos adinerados políticos que perdieron relojes de cientos de miles de pesos por no tener precaución.
Bolso o mochila: Nunca lleves tu bolso en las piernas o sobre el asiento. Lo mejor es ocultarlo debajo del asiento.
Asiento trasero: No dejes a la vista tu portafolio, la mochila con aparatos electrónicos, el saco o la chamarra o lo que hayas comprado en una tienda departamental. El mejor lugar es en la cajuela.
Jamás opongas resistencia: Y si eres víctima de la delincuencia recuerda nunca oponerte, lo mejor es cooperar y mantener la calma. Los consejos que te damos buscan erradicar en medida de lo posible un asalto. Recuerda que los bienes materiales pueden reponerse, tu integridad no.
Redacción: Marcos Martínez