El nitrógeno es un gas que compone la mayor parte del aire, sin embargo, los otros elementos que lo acompañan provocan que una llanta pierda presión y el rin se desgaste (esto último por las moléculas de agua).
El oxígeno, por ejemplo, que acompaña al nitrógeno en el aire, está hecho de moléculas de menor tamaño que las de nitrógeno, éstas se escapan por la textura de la llanta desinflándola poco a poco. Cosa que no pasa con las de nitrógeno.
Inflar las llantas con nitrógeno no consiste únicamente en inflar con un gas, sino en inflarlas y desinflarlas hasta que sólo quedan estas moléculas adentro, por lo que es un poco más costoso.
Tener las llantas mal infladas pueden aumentar tu consumo de gasolina en 3.3%. Por lo que vale la pena hace un pequeño gasto especial para mantenerlas en la presión recomendada constantemente inflándolas con nitrógeno.
Puedes encontrar la presión recomendada de tu auto en su manual o en la placa en el marco de la puerta del conductor.
Redacción: José López
Fuente: Departamento de Energía de EUA, How Stuff Works