El proyecto Drive Me que Volvo ha iniciado en Gotemburgo y que en 2017 llegará a Londres, se perfila como el proyecto de conducción autónoma más ambicioso y avanzado del mundo. Las pruebas que se realizarán en la vía pública utilizarán el SUV Volvo XC90 autónomo, producido en Torslanda.
Volvo es líder de la industria en seguridad para el automóvil y considera que la introducción de la tecnología de AD (Autonomous Driving, por sus siglas en inglés) tendrá la promesa de reducir los accidentes de tráfico. Por otra parte, dicha tecnología conseguirá liberar las carreteras congestionadas, reducir la contaminación y permitir a los conductores utilizar su tiempo dentro de sus autos de una forma más útil y valiosa.
En la actualidad, Volvo ofrece dentro de su sedán S90 una funcionalidad semiautónoma denominada Pilot Assist, la cual ayuda al conductor a mover de forma suave el volante del auto para así mantenerse correctamente alineado dentro de los carriles hasta a una velocidad de 130 km/h, sin la necesidad de tener enfrente a otro vehículo, además de controlar la aceleración y frenado. Los autos del proyecto Drive Me agregarán la funcionalidad de no utilizar las manos en el volante, ni los pies en los pedales, dentro de zonas especiales de manejo autónomo alrededor de Gotemburgo, impulsados por lo que Volvo llama el Autonomous Driving Brain.
En su afán por salvaguardar la integridad de los conductores, la marca pretende ajustar aún más sus tecnologías de conducción autónoma para crear una oferta que sea lo más relevante posible para los clientes antes de una nueva introducción comercial en torno al año 2021.
En el siguiente video, Erik Coelingh, Senior Technical Leader de Seguridad Activa de Volvo Cars, explica cuáles son los sistemas incorporados en el proyecto Drive Me:
Información proporcionada por Volvo Cars México.