Cuando en el pasado te referías a un vehículo de calidad con un buen nivel de seguridad y un diseño amable a la vista, seguramente el Yaris de Toyota no era la opción, sin embargo bajo la nueva idea en diseño de la marca, ahora este Yaris S pinta como una de las propuestas más aceptables del mercado.

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Tuvimos la oportunidad de subirnos a este Toyota Yaris S (“S” de Sport) y andar por el en medio de lo que implica una ciudad como la CDMX. ¿Lo recomendamos? Ahí te va:

En su forma estética una de las cosas que más se agradecen a esta última versión es precisamente el diseño, que ha dejado detrás la vista deslucida de la generación pasada y lo acerca de vista a su hermano mayor el Corolla.

Su parrilla sutil une los faros que son más largos y rectangulares con el emblema en un rasgo elegante, a la ves que el difusor de aire se encuentra más presente, dándole un toque deportivo.

Por laterales cuenta con dos líneas que recorre de poste A al  poste C, una a la altura de la manija y otra que recorre la parte baja igual del A al C y que se disuelve en la salpicadera, dándole dinámica y estética diferente con relación a la versión anterior.

Por la parte trasera el recuerdo del Corolla es innegable, pues sus calaveras lucen más que parecidas y ostenta con orgullo su apellido “S”, para que notes que es Sport.. Bien, muy bien, la vista agradece este nuevo diseño.

Interiormente es espacioso tanto de altura como de anchura y digamos que en la parte trasera puedes meter a tres juntitos, pegaditos y abrazaditos si son llenitos o tres personas ligeras viajan en comodidad natural sin problema en espacio de piernas.

Sus materiales en el tablero son duros pero firmes y bien ensamblados además cuenta con un clúster sencillo con un diseño muy agradable de tres círculos fusionados con información del tacómetro, velocímetro y tanque de gas, nada más que todo lo que tienes que saber.

Su consola de audio es digital y se encuentra en armonía visual con el calefactor, así como la palanca de cambios, con el detalle para dos porta vasos y otro detalle más en plásticos grises metálicos, otra palomita en diseño que vas a disfrutar.

Sus asientos tienen costuras dobles y rojas y son de tela, cómodos y suficientes.

Mecánicamente. Este dato puede ser bueno, si tomas en cuenta que es una mecánica más que probada y exitosa a lo largo de diez años, un motor 1.5 que produce 107 caballos más que suficientes para un destino en ciudad y 104 lb-pie, asociados a una caja de cambios CVT que premia el consumo de unos 12.5 kilómetros por litro.

En seguridad la añadieron el Control Electrónico de Seguridad, aumentando su oportunidad en carretera y mantiene sus dos bolsas de aire, conductor y pasajero, frenos ABS (Disco/Tambor) y una suspensión  independiente delantera de tipo McPherson y trasera con barra de Torsión que se comporta bien en terrenos saltones, cómoda y sencilla.

El detalle en este punto es que no existen innovaciones en este modelo, cosa que se agradecería.

En conclusión: El Yaris S, es un vehículo cumplidor que se intenta readaptar a la nueva estética de la marca y busca seguir en la preferencia del consumidor tradicional, que busca economía combustible, espacio y comodidad  estándar en busca de un vehículo ya sea para su manejo personal urbano en su mayoría o bien una nave para hacer negocio.

El detalle más sobresaliente es su vista mejorada y la calidad general del producto, por el detalle menos sobresaliente se encuentran la falta de incursión mecánica y tecnológica, sobre todo si quiere competir con su mayor rival del segmento el Versa 2020.

La versión más recomendable de este producto es la de entrada, con un valor de 216 mil pesos que nos parece la más equilibrada. 

Por: Ray Espinosa