Para muchos de nosotros la caída de agua pareciera no importarnos, pues a bordo de algunos vehículos de excelente manufactura nos sentimos intocables por los efectos del agua, pero ¿será cierto? ¿nuestros autos son infalibles al clima, sobre todo a la lluvia? Por desgracia la respuesta es no.

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Cuando aceleramos y conducimos a velocidades que no son prudentes durante una lluvia intensa o en una parte encharcada, corremos el riesgo de levantar agua y mojar la parte de abajo del motor y en algunos casos extremos, hasta la parte de arriba.

¿Y esto qué ocasiona?

Pues a decir verdad, pueden pasar muchas cosas nada positivas, comenzando porque se pueden quemar los sensores del motor al tener contacto con el agua, pues su temperatura es de 90 grados aproximadamente generados durante el movimiento y con el agua se disipan, templan y se trizan.

Eso sin contar que a niveles de agua elevados, corremos el riesgo de fundir la máquina y su arreglo puede ser muy costoso.

Otro de los inconvenientes de la velocidad no prudente en territorio mojado es relacionado con las bujías, si el agua llegara hasta ellas podría ocasionar fallas sensibles con suerte sería poca, y es seguro que sólo tarde unos días en secar por si sola, pero si el agua es demasiada y esta llega hasta tu motor (cosa que es poco común ya que los cables son aislantes) el asunto podría salirte costoso pues podría desvielarlo.

Otro desperfecto poco común pero que debes considerar es la entrada de agua o lodo al tanque de combustible, si llegara a suceder, es probable que se deba desmontar, lavar y cambiar el filtro y la bomba de gasolina, una reparación bastante cara.

Por último te diremos que circular a excesiva velocidad podría hacerte caer en baches o agujeros profundos, que por la altura del agua no sean visibles y los daños pueden ir desde una ponchadura de llanta hasta problemas en la suspensión por un golpe fuerte, si el espacio en el que caíste es lo suficiente profundo para golpear la parte de abajo del auto.

Por ello te recomendamos manejar con precaución y a una velocidad prudente en estos difíciles días.

Texto Raymundo Espinosa