Muchas veces nos acostumbramos a una manera de hacer las cosas y nos cuesta mucho trabajo adaptarnos a otra distinta. Pero corregir estos malos hábitos al volante te dará mayor seguridad y una mejor conducción.

10. Sentarte muy cerca del volante

Muchas veces nos sentamos muy cerca del volante. Esto afecta negativamente al dar la vuelta, ya que los brazos se estorban entre ellos y puede causar un accidente. El conductor debe sentarse con el volante a la altura de la muñeca cuando pega bien los hombros al respaldo y estira por completo los brazos.

9. Sentarte muy lejos del volante

De la misma manera, sobre-compensar y sentarse muy lejos no es bueno ya que los brazos estirados no tienen la misma agilidad que los brazos con una cómoda flexión.

8. Manejar con una sola mano

Con todos los aparatos electrónicos en nuestra vida, solemos dejar una mano libre al manejar. Esto puede ser una pésima idea, ya que no permitiría una reacción rápida en un momento de emergencia.

7. Inclinar demasiado el respaldo

La posición ideal sería perfectamente paralela al volante, sin embargo podría ser incómodo. Una inclinación de 95 a 110 grados es suficiente para mantener buena visibilidad y control.

6. No ajustar la altura del asiento

Cuando existe la posibilidad, la altura del asiento debe ser ajustada para que la cabeza del conductor quede a un puño de distancia del techo. Esto permite máxima visibilidad sin riesgo de contacto en caso de un choque.

5. No acomodar correctamente los espejos

Muchos de nosotros estamos acostumbrados a ver nuestro propio coche en los espejos laterales. Sin embargo, abrirlos elimina el punto ciego y es mucho más eficiente para prevenir accidentes.

4. Acomodar las manos en posiciones incómodas

Algunos de nosotros nos hemos acostumbrado a ubicar las manos en la parte superior del volante y girar soltándolo con movimientos cortos. Sin embargo, los expertos recomiendan tomarlo por los lados a la misma altura, si el volante fuera  un reloj las manos irían siempre en las 3 y las 9.

3. Tomar el volante con mucha fuerza

El volante, además de mover las llantas, le da información al conductor. Si el suelo es ligeramente irregular, el conductor se dará cuenta por medio de ligeras vibraciones en el volante. Al tomar el volante con mucha fuerza, se perderá mucha de la sensibilidad necesaria para manejar.

2. Tomar el volante con muy poca fuerza

Lo contrario puede ser peor, ya que un agarre muy suave puede no ser suficiente para controlar el coche en caso de que un obstáculo mueva las llantas delanteras.

1. No sentarte a la distancia correcta de los pedales

Es importante sentarse a la distancia adecuada del volante para poder controlar el auto correctamente, pero una distancia adecuada de los pedales pude salvar tu vida en un momento en el que se requiera frenar para evitar una colisión. Con un pedal en posición de reposo (sin apretarse), la pierna del conductor debe tener una ligera flexión en la rodilla. Si la flexión es muy alta, podría ser difícil pasar de un pedal a otro rápidamente. Si la flexión es muy poca, no se podrá frenar hasta el fondo si el cuerpo se ajusta en el asiento tras vueltas, aceleraciones y frenados.

Redacción: José López

Fuente: High Performance Driver Education