La mayoría de la gente se preocupa únicamente por el estado del motor o los componentes electrónicos de su auto, dejando de lado una de las partes más básicas y fundamentales: las llantas. El desgaste natural y errores humanos, son los principales causantes de las quebraduras en tus llantas, mismas que pueden dejarlas inservibles después de un tiempo. Incluso la falta de movimiento en los neumáticos puede ser dañina, no es raro ver algún auto clásico en perfectas condiciones, pero con los neumáticos tristemente desinflados y con fracturas.

Pero, ¿qué es exactamente lo que causa este deterioro?

Al observar las secuelas de una llanta ponchada, es fácil notar los extremos astillados del hoyo donde se abrió, demostrando que en algún lugar hubo una falla provocada por un aumento en la presión de aire causada por sobrecalentamiento o bien alguna pinchadura que provocó que la relación del compuesto fallara.

En términos de degradación, tenemos que recordar que el caucho es un material orgánico derivado de los árboles y naturalmente biodegradable. Si bien, se encuentra reforzado con una mezcla de polímeros que la hacen capaz de soportar altas presiones y resistir la carga que aplica el auto. Esencialmente no deja de ser una sustancia natural que tendrá que cambiar su estado con el paso del tiempo.

Otra causa de deterioro es la oxidación en el caucho. La combinación del oxígeno y el ozono comprometen la fuerza y flexibilidad de este material, mientras que dicha relación, combinada con el calor, genera un problema para los polímeros en el caucho, el cual otra vez se endurece y sufre agrietamientos. 

Finalmente, otro factor que puede deteriorar los neumáticos, es el agua. Después de varios años de uso, el agua puede llegar a permear en la llanta, llegando hasta las áreas metálicas que evidentemente generan un daño en la zona. Dicha filtración provoca una disminución en la resistencia al calor y pérdida de fuerza en el compuesto. 

En cuanto al factor humano, un error comúnmente realizado por los conductores es dejar la llanta del auto presionando contra la acera al momento de estacionarse. Dicho evento aumenta considerablemente la presión de aire al interior de la llanta, por lo que el aire se forza a buscar alguna salida por las debilidades al interior del compuesto, provocando deterioros en la misma.

Otro causante del desgaste es tener la presión de las llantas incorrecta, tanto de más como de menos. Las llantas con baja presión crean grandes cantidades de calor debido al incremento en la fricción que produce una superficie más grande sobre el suelo, mientras que las llantas con mucha presión incrementarán los niveles de tensión en los componentes metálicos, provocando peligrosas protuberancias en las paredes laterales de la llanta.

Ya sea por dejar el auto parado, el desgaste del tiempo o el mal uso, las llantas de tu auto son propensas a sufrir pequeños daños que disminuirán su vida útil, de los aproximadamente 6 años que deberían durarte (dependiendo su uso, claro). Así que ya lo sabes, evita los errores y revísalas constantemente, tener tus llantas en buen estado es de vital importancia para el manejo diario.

Redacción Carplanet.