Para muchas personas en el mundo el T1 y el T2 de Volkswagen son unas vagonetas caducas, viejas y perdidas en el tiempo, sin embargo nada está más lejos de la realidad, pues las llamadas “Kombis” en México, son una cultura, un estilo de vida, un arte y hasta parte de la familia.

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Cada día son más los entusiastas que buscan modelos T1 y T2 para restaurar, esos mini autobuses pertenecientes a la generación “Baby Boomers”, producidos entre 1946 y 1960, son cada día más buscados y algunos como este T2 doble cabina propiedad de Tim Abbot, un fanático maestro artesano constructor de Porsche, nos deja ver la magia que llevan dentro.

Todo comenzó cuando la compañía Abbot Cars, propiedad de Tim Abbot con residencia en Sudáfrica, necesitaba comprar un recolector de compras, un vehículo con la capacidad y potencia necesaria para remolcar todos esos Porsches que se van encontrando por el camino y van directo al taller de restauración para posteriormente ser vendidos como piezas únicas.

El propietario pudo haber escogido cualquier otro auto con potencia y espacio suficiente, pero a decir del propio Tim, les faltaba carácter y por supuesto que lo entiendo, un taller de restauración con ¿una camioneta de remolque de línea? Somos restauradores no payasos, me imagino claro en una expresión menos mexicana, eso fue lo que pensó.

Así es que la opción ha sido este T2 con ventana doble, obviamente con un motor apropiado trasplantado del Porsche 911 SC de 6 de cilindrada 3.0 litros asociado a una caja VW con cuarta extendida, que transmite la potencia las ruedas traseras y que ha tomado el lugar del modesto VW Flat-Four original, para darle el poder necesario.

Las modificaciones totales se hicieron pensando en su trabajo a realizar como remolcador oficial y por ello mejoraron los brazos traseros y delanteros, así como el cambio de frenado original de disco BMW booster, ruedas Fuchs originales 15 × 6 delanteras  y 15 × 7 pulgadas en las traseras.

Una idea muy cool para un fabricante muy cool, ¿no lo crees así?

Por Ray Espinosa