Hoy en día Bugatti es una de las marcas que más apasionan a los entusiastas de los hypercars, desde luego sus insignias Bugatti Chiron y Bugatti Veyron, cada vez llegan más lejos en desarrollos tecnológicos y de desempeño deportivo haciendo valer cada letra del viejo lema: “Nada puede ser demasiado hermoso, nada puede ser demasiado costoso".

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Pero antes de estos monstruos del V12, la marca ya cautivaba a los fans de todo el globo con el EB110, que fue desarrollado años antes de que Bugatti fuera comprado por VW en 1998.

El Bugatti EB110 esconde debajo del diseño aerodinámico las innovaciones tecnológicas más avanzadas para la época de los 90s. Un V12 súper agresivo de 4 turbocompresores, cada uno con su propio cuerpo de aceleración, capaz de una entrega de 520 equinos, un monocasco hecho de fibra de carbono súper ligero y que podía alcanzar la velocidad máxima de 355 kilómetros por hora. Números que aún hoy en día son bastante impresionantes.

Pocos fueron los EB110 que se fabricaron, todos joyas personalizadas como el que perteneció a Michael Schumacher igual a este en color amarillo, pero con la diferencia de este, en su personalización interior  con un rojo que lo hace lucir más espectacular y ahora está a la venta, justo en este momento.

Un usuario de Facebook de nombre Vladimir Tretyakov, anunció la venta del deportivo el mes pasado.

Entre la información más destacada que deja son el kilometraje (15,000) bastante bajo tomando en cuenta que es un modelo 1993, el color y el interior (amarillo con rojo), detalle que lo distingue sobre los otros 83 que ruedan en el mundo y que lo catapultaría a un valor superior al millón de euros, así como sus datos de contacto.

Este EB110 cuenta con un motor V12 DE 553 HP. Tracción 4 y un peso en vacío de apenas 3600 libras. Que podría alcanzar las 200 millas por hora, así como acelerar de 0 a 60 mph. En tan sólo 3 segundos.

La propuesta de venta aún no ha caducado, así es que podrías contactar al vendedor y hacer la puja.

No se en verdad que me asusta más, sus cualidades mecánicas, su sex-appeal o su precio.

Por: Ray Espinosa.