Entre 1956 y 1958 la reconocida Renault desarrolló y comercializó uno de sus más grandes y extrañas historias de éxito, el Renault Dauphine. Este vehículo que en sus inicios tuvo un rotundo fracaso logró convertirse en uno de los más reconocidos de la marca, ¿Cómo lo logró? Esta es su historia.

Renault Dauphine tenía un desequilibrado reparto de pesos motivo por el cual era un auto difícil de controlar, su transmisión y motor alojados en la parte trasera lo hacían rotundamente inestable, estás características lo llevaron a ser apodado por el mercado español como “El coche de las viudas”, haciendo mofa de los accidentes causados. Su fama de accidentado sumado a las pésimas condiciones de los caminos en la Europa de medio siglo pasado no le auguraban un buen futuro.

Dado que en la corona francesa se acostumbraba denominar al heredero con la terminología de “Delfín” y Renault estaba buscando al sucesor de su modelo 4 CV, la empresa decidió llamar a la que prevenía sería su siguiente estrella, de la misma manera que al heredero a la corona, (deseaba añadir glamour a su nombre) pero dado que en Francia la palabra automóvil es femenina, se le nombró  "Dauphine" o sea "Delfina". Como lo platicábamos, los inicios de Delfina no fueron muy prometedores, y el auto estuvo a punto de ser descontinuado debido a que su diseñador el francés Pierre Lefaucheux sufrió un aparatoso accidente de tránsito lo que lamentablemente le arrebató la vida, pero lo que fue una tragedia para el hombre, se convirtió en un golpe de suerte para el auto. Tras la muerte de Lefaucheux la empresa le encargó al carrocero italiano Ghia depurar el auto, en un último intento por limpiar su reputación y levantar sus ventas.

El resultado fue un prototipo elegante con una elevada potencia en su motor que pasó de 4 CV a 5 CV. Modelo que destacó en carreras y algunos constructores como Alfa Romeo se encargaron de internacionalizar el modelo, lo que impulso las ventas, tras estos aciertos y durante 12 años en los que se comercializó a “Delfina” se llegaron a fabricar 2.120.220 unidades.

De está manera “Delfina” llegó a ser toda una estrella, con nombre propio.

Texto Raymundo Espinosa