El mercado automotriz chino es famoso por las automotrices del país, que emulan descaradamente a modelos de otras compañías. El Autoshow de este año celebrado en Shanghái no es la excepción. En la exposición se pudieron ver diseños que son una copia casi exacta de otros ya existentes.
El mejor (y más evidente) ejemplo es la Landwind X7, que es una copia descarada de la Range Rover Evoque.
La Saic Baojun 560 es una réplica un poco menos evidente de la popular SUV de Volkswagen, la Tiguan.
El JAC A60, si no fuera por el indicativo de la marca y el contexto del Autoshow, podría pasar por un Audi A4 sedán.
Y qué decir de la Hongqui LS5 SUV, un híbrido entre Range Rover y Grand Cherokee.
Ni siquiera los superdeportivos se salvan de los clones. Este concepto, Suzhou Eagle, es una combinación entre el Porsche Cayman y el Ferrari California.