Ya pasaron 4 años desde que The Alliance, se convirtió en una realidad como parte de un mismo factor, fabricante de autos con fines compartidos para sus propios propósitos comerciales, de acuerdo al mercado y segmento de interés para cada una de las marcas que componen esta alianza.

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De esta manera dicha estrategia se convirtió en la tercer fuerza fabricante de autos a nivel global, por lo que se esperan resultados más que formidables y desde luego hace énfasis en una siguiente etapa futurista, no solo para las compañías involucradas, sino también para nosotros los seguidores, entusiastas y desde luego los más importantes, los clientes.

Hace unas semanas Jean-Dominique Senard presidente de la junta directiva de la alianza, refería que cada una de las marcas dentro de este convenio, se ha especializado en concretos segmentos, de tal manera que es casi imposible pensar un un camión Renault por ejemplo, pero muy a distancia de lo que sería poco probable ver, se encuentra lo que sí podría suceder y esto es el múltiple beneficio de compartir, las experiencias positivas y el gran nivel de competencia.

¿Qué significado le damos a estas palabras?

Sencillo, la marca líder ya cuenta con un grado experto y probablemente de desarrollo sobre algunos vehículos en específicos segmentos, el compartir el expertismo, ayudaría al desarrollo de cada una de las otras marcas en ese determinado campo, aunque claro, cada marca se encargaría del desarrollo de su propio producto, lo que traería consigo avances significativos en tecnologías mecánicas, de inteligencia artificial, diseños innovadores y por supuesto beneficios económicos, al disminuir los costos de pruebas y estudio.

Apegado a este punto, un diseñador sudafricano de nombre Matthew Parsons, renderizó su idea relacionada con Mitsubishi y un auto que fue parte esencial del lenguaje de la compañía durante un largo periodo en los años 90, cuando vio la luz bajo el nombre de Mitsubishi GTO, aunque después lo nombraron Mitsubishi 3000GT.

La nave deportiva ostentaba un motor V6 3.0 Biturbo con tracción integral, suspensión adaptativa y un sistema de escape controlado electrónicamente, diseñado en su conjunto una nave para competir con los fabulosos NSX de Honda, el mítico Supra y desde luego el ahora vecino y mundialmente famoso Nissan Skyline GT-R.

El sudafricano ha puesto sobre la mesa una idea que no suena para nada descabellada, resucitar al Mitsubishi 3000GT, en un nuevo concepto llamado 4000GT, que por cierto se ve muy bien en el render y no le vendría mal a la marca, retomar esto, como un apunte que ayudaría bastante a revalorar la idea de diseño de Mitsubishi, que aunque no cuenta con malos productos (Mirage, de buenos números de consumo, Outlander de parámetros aceptables, etc.), no tiene con auto que pueda levantar la insignia de la marca y esta podría ser la nave.

Ver en competencia este producto, dotado de una estética bastante conservada del modelo original, realzada por líneas mayormente dinámicas, un concepto altamente deportivo y un adelantado sistema VR-4 (Viscuous Realtime 4WD), sistema que hizo que el 3000GT VR-4 fuera tan rápido, podría ser algo sumamente atractivo para los seguidores de la marca y los que no lo son en el mundo.

Hasta el momento de esto nada se sabe, y por lo pronto solo nos sobran preguntas y una de ellas es, si ahora Nissan cuenta con el poderoso Godzilla y esta dispuesto a compartir información sobre su ingeniería y mecánica, ¿podríamos esperar un desarrollo así?

No lo sé Rick, parece falso.

Por: Ray Espinosa.