La trascendencia de las plataformas modulares representó un gran salto tecnológico en la industria automotriz mundial, desde la influencia positiva hacia el desarrollo de distintas interpretaciones estéticas y de uso vehícular,  hasta de manera económica ha afectado positivamente, en las inversiones y desarrollos globales.

Las razones, variadas y simples, van desde la oportunidad de ocupar un solo chasis para montar gran cantidad de vehículos, reduciendo costos de desarrollo y ofreciendo al cliente una amplia versatilidad de productos, adaptados para distintas economías, necesidades y mercados.

Pero aunque parecería que este adelanto, es un recurso relativamente cercano, la verdad es que algunas marcas como Volkswagen han desarrollado el concepto de versatilidad desde hace décadas y esta es parte de su historia.

En 1950 Volkswagen introdujo al mercado el T1 y pocos años después el T2 (aquí los conocimos como Kombi), e inmediatamente atrajo a diversos públicos debido a que se trataba de un Bus, que lucía la oportunidad de convertirse en varios estilos de carrocería.

Por lo que dentro de la producción, podían elegirse desde conceptos para el trabajo como los camiones de bombero, policía, de venta de snacks o las variantes para transporte de pasajeros, hasta la idea de un vehículo familiar que cubriera las necesidades  de transporte para la familia de estilo grande, de aquellas épocas.

Para 1965 Volkswagen volvió a ser integrador de un nuevo concepto e introdujo la plataforma Tipo 3, montando sobre ella cupés, sedanes y vagonetas, sobresaliendo los modelos del Karman Ghia y el fastback VW 1600TL, disponible tanto como sedán y camioneta.

Así es que una vez más la marca volvió a generar un adelantado sobre otras marcas, y lo mejor de aquel momento tal vez fue la creación de productos nuevos con plataformas individuales, así como el intercambio de las mismas con otras marcas.

Por lo que en aquellos años. fue común mirar una arquitectura  compartida de VW con modelos de Porsche y también observar versiones a 4 puertas de autos como el Golf, lo que no solo aumentó la oferta de modelos, también se tradujo en otro acertado punto económico favorable para el desarrollo de distintas ingenierías.

En la actualidad el Grupo Volkswagen cuenta con múltiples conceptos de plataformas dependiendo de la marca y modelos hacia donde su enfoque de mercado le ordene.

La MQB es sin duda el último gran acierto de la marca, pues en ella se apuntalan vehículos de concepto deportivo como el Golf, hasta amplios y de lujo como el Atlas de 3 filas y aún, sigue compartiendo con otras marcas como por ejemplo el A3 de Audi, en este lado del continente, así como para su región europea, utiliza el concepto de plataforma MLBevo incluida en el Touareg, en naves como el Q8 de la misma Audi, Bentley Bentayga, Porsche Cayenne e incluso en conceptos de SUV de superlujo como el Lambo Urus.

De esta manera la marca alemana no sólo se ha constituido a lo largo de su historia, como pionera en el desarrollo de plataformas multi-usos, también es un refrente en cuanto a desarrollo de nuevas ingenierías.

La interrogante ahora es ¿Qué sigue? Seguramente viene en camino otra innovación.  Y tal vez en un corto tiempo diremos una vez más: “Lo hiciste de nuevo Volkswagen”.

Por: Ray Espinosa.