Pareciera que los ambos son iguales pues los dos se rigen bajo el mismo principio de combustión, pero no son lo mismo.

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De hecho los motores a diesel y gasolina inician este proceso de forma distinta, por ejemplo un motor a gasolina tiene un principio llamado de encendido, mismo que inicia con una chispa que aparece en el cilindro por medio de una bujía, mientras que en los motores diésel, el mismo proceso comienza con el encendido por compresión, es decir que el detonante del proceso de combustión, es la alta temperatura que alcanza el aire en la fase de compresión.

Otra diferencia que existe es que el sistema de alimentación del combustible trabaja a presiones mucho más altas en un motor diésel a diferencia de uno a combustible.

La tercer diferencia es que los motores a diésel deben tener elementos internos más resistentes y estos una constitución más robusta para poder soportar mayores presiones debido a la mayor compresión de sus elementos.

También es cierto que ambos motores utilizan bujías, pero no de la misma manera ni para el mismo propósito. Pues mientras que en un motor diésel las bujías son utilizadas para manejar altas temperaturas que ayudan a calentar el aire más que nada en situaciones de arranque en frío, en los motores a combustible, su principal función es la de generar una chispa con la que se inicie el proceso de combustión.

Una diferencia más es que los motores a diésel tienen menor número de revoluciones en comparación con motores a gasolina y esto es debido a su constitución más robusta diseñada para soportar altas presiones.

Texto: Raymundo Espinosa