El CUPRA e-Racer es un coche de competición 100% eléctrico basado en el Cup Racer de gasolina. Además de utilizar una energía mucho más limpia y respetuosa con el medio ambiente, el CUPRA e-Racer es mucho más silencioso, cuenta con un rendimiento asombroso, quizá incluso mayor al de un coche de competición convencional.
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Lo mejor de todo es que ofrece numerosas ventajas más. En primer lugar, los motores eléctricos son mucho más sencillos y requieren mucho menos mantenimiento, y lo que es más importante, son más eficientes, ya que utilizan prácticamente toda la energía suministrada, mientras que los motores de combustión solo utilizan, en el mejor de los casos, el 30% de la energía del combustible.
Además, la energía cinética se aprovecha para recargar las baterías en las fases de frenado y desaceleración. Por si fuera poco, el par motor máximo de los coches eléctricos se obtiene en el momento en el que se pisa el acelerador, es decir que no es necesario alcanzar un régimen de motor determinado para conseguir el máximo rendimiento, por lo que las cifras de aceleración mejoran notablemente.
El CUPRA e-Racer es un verdadero coche de competición, que ofrece una potencia continua de 300 Kw y un techo de potencia de 500 Kw (680 CV), con un sistema de control vectorial del par motor dirigido al eje trasero, que adapta el par motor entre la rueda interior y la exterior a la curva para ofrecer el máximo rendimiento en todo momento.
El CUPRA e-Racer está equipado con una nueva tecnología de visión trasera proporcionada en el tablero. El vehículo usa tres cámaras en lugar de los tradicionales retrovisores.
El CUPRA e-Racer puede alcanzar una velocidad máxima de 270 km/h, acelerando de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos, y tan sólo 8,2 segundos para pasar de 0 a 200 km/h.