Desde hace varios años la gasolina que consumimos en nuestro país es importada. Muchos dirán que es una contradicción siendo un país con tanta riqueza petrolera. Sin embargo, las circunstancias “nos han obligado” a recurrir a otros países, principalmente Estados Unidos, para adquirir combustibles que satisfagan la demanda de todo el parque vehicular.
Al entrar al esquema comercial de libre competencia, el costo de estos combustibles se ha incrementado desafortunadamente por ser un producto de importación. Ahora bien, al costo al que Pemex compra la gasolina hay que sumarle varios conceptos, entre ellos, los impuestos mexicanos, correspondientes al 22.9% de IEPS y 10.6 de IVA.
Además de los impuestos que nos cobra el gobierno mexicano, hay que saber que el precio también está conformado por los siguientes conceptos por su manufactura, costos de distribución y margen de ganancia, de manera que el precio se integra de:
Este año se espera que lleguen a México nuevas gasolineras que favorecerían la competencia del mercado interno, como Chevron, Exxon, Shell, Oxxo, Hidrosina, entre otras, además de que ampliarían el número de expendios tan necesarios para la fuerte demanda que generamos.
Texto: Claudia Castillejos M.
Foto portada: Tráfico ZMG.