“Cuando paso por el Paseo de la Reforma y veo las obras de la Línea 7 del Metrobús, tengo ganas de llorar. "Esto es una mentada de madre para la ciudadanía", me digo con un nudo en la garganta”. Escribió Guadalupe Loaeza en su columna en el periódico Zócalo. Y no es para menos.
El caos ocasionado por las obras de la nueva línea del metrobús que atravesará el corazón de la Ciudad de México desde los Indios Verdes hasta la Fuente de Petróleos cruzando la avenida más simbólica de nuestra capital, Paseo de la Reforma, ha ocasionado un sin número de reacciones negativas entre los ciudadanos que demuestran su desacuerdo en redes sociales e incluso se comienzan a plantear una marcha para detener está nueva revolución urbana.
“A este paso, muy pronto ya no tendremos ciudad, sino puras líneas de Metrobús” Criticó la reconocida periodista. 640 Árboles tirados y más de 4 mil metros cuadrados de área verde suprimidos, además de todo un caos vial que por supuesto se queda corto comparado con la irreparable modificación e innecesaria en la culturalmente histórica avenida principal.
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No cabe duda que lejos quedaron los días en que se podía recorrer una avenida tan grande a pie o sobre sus tranvías amarillos, sin contaminación y delincuencia en el sexenio de Miguel Alemán. Y por supuesto mucho más detrás quedaron los ayeres donde Carlota describía la vista desde el Castillo de Chapultepec sobre la avenida Reforma como “La mejor vista y la más hermosa del mundo” al referirse al corredor que en combinación con los Campos Elíseos que mandó a construir un empoderado Maximiliano para que lo recorriera a pie todos los días.
Pero las modificaciones no son nada nuevo en esta arteria pues como olvidar que hace algunos años también hubo un gasto amplio de recursos por parte del Gobierno capitalino al remplazar los camellones por picos de cemento con el pretexto de mejorar la vialidad al impedir que los peatones se cruzaran en cualquier punto.
Ahora le toca al Metrobús de Mancera poner su parte de conflicto en una zona que ya era ocupada por le transporte público, sobrepasado e ineficiente en gran parte por la explosión demográfica incontrolable que se vive en esta urbe. Con ello el Gobierno de la CDMX busca más que una mejora en la vialidad, una maquillada a la imagen capitalina de compromiso, vitalidad en cuanto a movilidad se refiere a la vez que promoverá la visión política y turística de una región confiable en cuestiones urbanas en vez de ser una solución verdadera al conflicto de desplazamiento y movilidad vial que sufre esta capital.
Texto: Raymundo Espinosa