La manera de probar el espacio del SUV más grande de la marca, que recientemente integró algunas mejoras, fue llevando a cinco adolescentes a un partido de fultbol, de manera que ocuparan las tres filas de asientos con los que cuenta la Mazda CX-9. Todos sentados cómodamente y con la mayor confortabilidad. Aunque en este caso el viaje fue dentro de la ciudad, sabemos que para un viaje en carretera el espacio de la cajuela sería insuficiente, por lo que se tendría que usar el techo del vehículo para llevar el equipaje. De cualquier manera, es sorprendente su espacioso interior que no llega a percibirse desde fuera (5.075 mm).
Además del espacio, comprobamos que esta camioneta ofrece una visibilidad 360, tanto en la visión del parabrisas, como en la visión de las ventanas laterales y del medallón trasero.
Su interior es bastante confortable y ofrece gran lujo para sus ocupantes como los detalles de sus finos acabados y diferentes funciones que facilitan su operación y conducción. Los asientos están forrados en piel y en la parte delantera son calefactables. Para el conductor, éste tiene la opción de ajustarlo a 8 posiciones y asegurarse de que el auto memorice la ubicación del asiento.
El volante también está forrado en piel con botones de mando y control de audio. Además, ofrece muy buena conectividad con el sistema Mazda Connect, por medio de una pantalla touchscreen de 8” y el sistema Bleutooth. Las 12 bocinas son de la marca Bose y permiten que en cada rincón del auto se escuche perfectamente cualquier audio. Cuenta con entrada Aux, USB y MP3. A través del volante se tiene acceso al Control de Velocidad de Crucero, computadora de viaje, al display de información frontal. También cuenta con sistema de navegación, aunque durante la prueba presentó algunos inconvenientes, pues a pesar de tener un buen mapeo, la pantalla se apagó algunas veces y se reiniciaba. También cuenta con cámara de visión trasera y sensores de reversa.
En lo referente a la seguridad, los cinturones tienen ajuste de altura (de tres puntos para los pasajeros delanteros) y cuenta con un buen paquete de bolsas de aire para todos los ocupantes (frontales, laterales y tipo cortina). Los pedales se colapsan en caso de un choque frontal y cuenta con asistencias como Sistema de Alerta de Tráfico Trasero (RCTA) y Sistema de Monitoreo de Punto Ciego (BSM). En caso de que roben el vehículo, incorpora una alarma antirrobo que inmoviliza el motor.
Para los niños pequeños ofrece seguro infantil para las puertas traseras y el sistema LATCH para colocar y ajustar los asientos infantiles.
Su diseño exterior es bastante atractivo y aunque el frente a la vista es muy largo, imprime la personalidad que Mazda le ha dado a toda la gama de productos que comercializa. En la parte trasera resaltan el spoiler, la antena tipo tiburón y el escape doble con punta cromada.
La iluminación de todo el auto es muy buena, tanto fuera como dentro. En la parte exterior incorpora faros de niebla Led y faros Led dirigibles (AFLS) con función de encendido y apagado automático.
Sobre el desempeño del auto podemos comentar que cuenta con un potente motor de 2.5 L Turbo SkyActiv-G de 16 válvulas, lo que agrega una potencia de 250 hp. Sin embargo, notamos que la aceleración del motor no es del todo constante, ya que el agregar un poco más de empuje a la aceleración la potencia turbo lo vuelve un poco inestable, incluso, cuando cuenta con Control Dinámico de Estabilidad (DSC) y un Sistema de Control de Tracción (TCS). En la ciudad tiene buen desempeño y su manejo es muy fluido.
El precio de la única versión i Grand Touring es de $639,900 MN.
Texto y fotos: Claudia Castillejos M.