¿Cuántas veces no nos ha tocado ir conduciendo a vuelta de rueda durante varios minutos en un tráfico pesado hasta que de un momento a otro simplemente se despejó el camino?
La mayoría de las veces nos imaginamos que pudiese haber un accidente a unos metros de donde estamos, quizás algún carril esta cerrado, o bien, que los semáforos no sirven.
Sin embargo, la respuesta a esto es mucho más sencilla, en resumidas palabras no somos más que “simios al volante” con una capacidad de atención bastante limitada. Averigua como la falta de coordinación y los lentos tiempos de reacción humanos son los principales generadores de tráfico y ¡aprende, qué podemos hacer para evitarlos!