En la actualidad el que tu auto cuente con un motor turbo cargado es prácticamente imprescindible. Y a una distancia considerable de su aparición en los años setentas, el turbo se encuentra prácticamente disponible a lo largo del mercado de autos que conducimos.
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Eficiencia motor, manejo deportivo, seguridad en rebases y muchos más conceptos se encuentran ligados a estos motores, que hacen de tu auto lo que siempre quisiste e imaginaste. Pero ¿cómo detectamos cuando nuestro motor turbo está fallando? O mejor dicho ¿cómo prevenimos un desgaste inadecuado y lo cuidamos de forma adecuada para que siempre esté al cien?
Aquí tienes 5 puntos súper importantes para que no te falle.
1.Máxima lubricación. Recuerda que un motor turbocargado siempre te permitirá alcanzar una mayor potencia de manera casi inmediata y prácticamente en cualquier condición de altura.
Para lograrlo necesitará de más de 200,000 revoluciones por minuto, lo que supone temperaturas de hasta mil grados centígrados y es por ello que dotarlo del mejor lubricante y mantenerlo en niveles de lubricación óptimos, es por demás una buena recomendación. No lo arriesgues por ahorrarte unos pesos.
2.Humo, señal de alerta. Cuando notas que el color de las emanaciones de gases salen del escape son color azul, ten cuidado, Este es el momento donde deberás llevarlo a un especialista. El motivo es que muy probablemente existen holguras en alguno de sus casquillos que rodean el eje, lo que provoca que el aceite se queme en su interior, esto puede ocasionar serios inconvenientes e incluso terminar con la vida de tu motor turbo. Así es que no repares en gastos y mándalo a revisión.
3.Ruidos que no hacía antes. Recuerda que el eje del motor debe permanecer lo mejor lubricado posible 8practicamente nadando en aceite), pues como te lo hemos mencionado, sus revoluciones alcanzan las 200 mil por minuto, lo que aumenta el riesgo de roces u holguras en los casquillos. Recuerda que no hay rodamiento que soporte las revoluciones a las que gira el turbo, por lo que debes cuidar que no haya fugas de aceite
Si detectas ruidos constantes y que no percibías antes, es momento de llevarlo a revisión y no te arriesgues a un daño, severo e incluso irreversible.
4.Testigo de falla en el motor.
¿Cuántas veces se ha prendido el testigo con el ícono del motor en el clúster? ¿Lo habías notado? Muchos conductores desconoces por completo la existencia de este indicador y mucho menos, qué te comunica.
Si tu motor turbo cargado ya tiene acumulados demasiados residuos de carbón el sistema te avisará del agotamiento de la “geometría variable”, de esta manera el funcionamiento de la sobrealimentación podría estar fallando y lo vas a notar al tener una respuesta menor al acelerar. De nueva cuenta será momento de acudir a un chequeo y muy probablemente al servicio.
5.Perforaciones. Por último, si notas que el desempeño de tu auto no es el indicado, este puede deberse a una perforación en la membrana. Este detalle se manifiesta en un ligero silbido, bajo rendimiento y prestaciones bajas, se trata de algo raro pero que llega a suceder.
Texto Ray Espinosa