Claves para la seguridad, decisivos en el diseño de cada modelo. Los faros de un automóvil son como los ojos en un rostro. Detrás de la mirada de cada vehículo, hay más de tres años de desarrollo y el trabajo, codo a codo, de diseñadores e ingenieros. En el túnel óptico del Centro Técnico de SEAT, estos especialistas realizan todas las pruebas y validaciones de faros y luces traseras con el fin de conseguir una luz que aporte confort y seguridad al volante.
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- Un diálogo entre arte y técnica: “La relación entre el departamento de Diseño y nosotros es constante durante el desarrollo del proyecto. Traducimos en matemáticas las ideas estéticas”, explica Carlos Elvira, responsable de Iluminación y Señalización de SEAT. En el caso del SEAT Tarraco “queríamos transmitir una mirada inteligente y de un SUV robusto”, añade Tony Gallardo, responsable de Diseño de Componentes Exteriores.
- 300 simulaciones por modelo: el equipo de Iluminación y Señalización genera las nuevas geometrías de los dispositivos de iluminación y señalización en 3D. Con estas simulaciones, hasta 300 por modelo, se asegura la viabilidad de los diseños. Una vez aprobada la fase virtual, se realiza una maqueta con la que se empiezan a realizar las primeras pruebas. “En estos test iniciales se comprueba la distribución, homogeneidad e intensidad de la luz”, añade Elvira.
- Visibilidad en cualquier circunstancia: el Centro Técnico de SEAT cuenta con un túnel óptico de 40 metros de asfalto que, explica Elvira, “permite reproducir las condiciones reales de conducción nocturna”. Al volante de un Tarraco, prueba las diferentes luces del vehículo y revisa su intensidad con un fotómetro. Asimismo, se comprueba que las líneas de corte de luz de los faros sean “horizontales”. “No tiene que dibujar una línea perfectamente recta ni perfilada porque esto provoca fatiga ocular en el conductor”, destaca este experto.
- ¿Varía el ángulo de la luz con el auto cargado?: la respuesta es no. Para que esto no suceda, se llevan a cabo “diversas pruebas con pesos, como introducir hasta 350kg en la cajuela o sentar a cinco personas” con el objetivo de garantizar que el ángulo de luz sea el correcto independientemente de la carga que lleve el vehículo. También se comprueba que, en estos casos, “no se deslumbre al automóvil que venga en sentido contrario”, añade Elvira.
- Del frío ártico al calor del desierto: los distintos componentes llegan a pasar hasta diez días a temperaturas extremas de -40 °C a 90 °C. Esto se consigue en la cámara climática donde se recrean diferentes condiciones de calor, humedad y frío. La finalidad es comprobar que, cuando el vehículo circule por las tierras gélidas de Suecia o bajo el sol de México, las luces y sus funciones respondan correctamente. Asimismo, antes de lanzar un auto al mercado, los prototipos recorren más de 30,000 kilómetros en lugares remotos del planeta y las piezas se confinan durante dos años en desiertos para revisar su funcionalidad en cualquier circunstancia climática.
- LED, 10,000 horas de durabilidad: es la media de horas de vida útil de los 300 emisores de luz LED que incluye SEAT Tarraco. Además, estos reducen a la mitad el consumo respecto a un halógeno. Para el experto, “los sistemas de iluminación han evolucionado muchísimo en cuestión de confort y seguridad”. Esta tecnología, que emite una luz mucho más fría y clara, similar a la luz de un día despejado, abre un amplio abanico de posibilidades. “Los LED permiten remodelar totalmente el diseño de los dispositivos”, concluye.